Todas las contadoras, independientemente de la categoría a la que pertenezcan, tienen una tolva por donde introducirás las monedas. La tolva puede ser más grande o más pequeña, lo que va a determinar la frecuencia con la que deberás alimentar la contadora.
Tipos de contadoras, de la más sencilla a la más compleja:
Contadora clasificadora: Las monedas de la tolva caen sobre un plato, que de forma mecánica, gira y arrastra las monedas hasta llevarlas a unos orificios. Estos orificios tienen un diámetro prestablecido, de manera que a medida que van avanzando, irán pasando, y caerán cada una en su orificio. Antes de ser depositadas en su cajetín, los sensores (un sensor en cada uno de los 8 cajetines) leerá el valor de la moneda e irá haciendo la suma de unidades e importes. Toda esta información se verá reflejada el panel de control.
Contadora por denominación. Tendrás que seleccionar primero, en el menú, el diámetro que corresponde a la denominación que quieres contar, y una vez fijado, las monedas que se ajusten a esas medidas caerán por el orificio de salida y el resto irán a rechazo. En el orificio de salida esta situado el sensor que irá contando el número unidades de monedas. El resultado del conteo aparecerá en la pantalla.
Clasificadora con detección. Al pasar las monedas de la tolva a el plato, éste gira y arrastrará las monedas hasta llevarlas a un sensor magnético, que gracias a que identifica la aleación, determinará si la moneda es auténtica o falsa. Las falsas irán directamente al cajetín de rechazo y el resto seguirán avanzando hasta el orificio que tenga el mismo diámetro que la moneda. El orificio por el que caen conduce a un cajetín (son 8 cajetines). Cada cajetín dispone de un sensor que será el encargado de contar las unidades y el valor. Toda la información se verá reflejada en el panel de control.